Venta en Internet de tortugas protegidas: delito contra la flora y fauna
La operación “Graeca” ha permitido recuperar un total de 59 ejemplares de tortuga mediterránea Testudo hermanni, tras la detención en Almería de una segunda persona por un presunto delito contra la flora y fauna protegida.
La operación se ha desarrollado gracias al equipo especializado en medio ambiente de la Unidad de Policía de la Junta de Andalucía, dependiente de la Consejería de Justicia e Interior.
La policía se puso sobre la pista después de detectar en varios portales de compra-venta online, la proliferación de anuncios en la provincia almeriense de un tipo de tortugas que están en peligro de extinción y que además ya el sólo hecho de tenerlas está prohibido.
El Áreas de Medio Ambiente de la Junta empezó las pesquisas necesarias para identificar a los responsables de esos anuncios en Internet, hasta que su actuación les llevó a localizar un primer presunto delincuente que fue detenido en primer lugar y en cuyo poder encontraron 43 ejemplares de tortugas protegidas. Mientras que en la segunda fase, que es la que se ha ejecutado recientemente, han detenido a una segunda persona que tenía 16 ejemplares de tortuga mediterránea, no autóctona de la península ibérica.
La Ley 8/2003 de 28 de octubre de Flora y Fauna Silvestre, establece en su artículo 7, el régimen general de protección de la flora y fauna silvestre y sus hábitats. Además, en su apartado segundo, se habla de la prohibición de la posesión, retención, naturalización, venta, transporte para la venta, retención para la venta y, en general, el tráfico, comercio e intercambio de ejemplares vivos o muertos de especies silvestres o de sus propágulos o restos.
La prohibición se refiere también a su importación, exportación, venta o intercambio, así como la exhibición pública, estableciendo como excepción al régimen general de protección la posesión de la correspondiente autorización administrativa para la tenencia y cría en cautividad de especies protegidas, como es el caso de la tortuga mediterránea, la cual está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas como una especie en peligro de extinción en la Península Ibérica.
Los delitos contra la flora y fauna protegidas están tipificados también en el Código Penal. En esta normativa se contemplan, en concreto, aquellas acciones que perturban el equilibrio ecológico e implican un riesgo para el medio ambiente. En ese caso específico, se ha atentado claramente contra el equilibrio natural al tratarse de especies que no pertenecen a su hábitat natural y que además están en peligro de extinción. Por otra parte, al haber usado Internet para tratar de vender estas tortugas la policía en este caso ha podido seguir el rastro de los presuntos delincuentes gracias a las nuevas tecnologías.
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