Recientemente se ha detenido a un hombre que, tras su despido, decidió vengarse de la empresa para la que trabajaba. Esta persona era quien gestionaba la página web, las redes sociales y la publicidad online. ¿Y cuál era la forma más sencilla para este hombre de llevar a cabo su plan? Pues a través de sus conocimientos, saboteando a la empresa a través de los delitos de daños informáticos.
Lo cierto es que, si tienes una empresa y tienes pensado echar a la calle a tu Community Manager, asegúrate de hacer los cambios necesarios para que él no pueda acceder a ninguna cuenta sin permiso. Existen personas honradas, pero también están los indignados que no aceptarán tu decisión.
A través de las webs, de las redes sociales o de la publicidad falsa, se puede ensuciar la imagen de una empresa y llevarla a la ruina en cuestión de días. Algunas empresas te hacen firmar un contrato anexo para evitar estos casos. Es simplemente un proceso burocrático para cubrirse las espaldas, aunque esto no garantiza la lealtad al 100%. Digamos que es solo para asustar un poco, lo cual no está de más.
Mentalizar a tu Comunnity Manager de lo que le podría ocurrir en caso de deslealtad o tentativa de cometer un delito de daño informático, hará que se lo piense dos veces antes de actuar.
¿Cómo castiga la Ley los delitos de daños informáticos?
Según el artículo 264 del Código Penal, podrá ser castigado con pena de cárcel de hasta 3 años aquel que borre, altere, deteriore, obstaculice o dañe programas o datos informáticos ajenos y sin consentimiento.
Este castigo puede agravarse si los daños ocasionados son de suma importancia. Podríamos estar hablando de una pena de cárcel de hasta 5 años además de la multa correspondiente. Este tipo de condena suele darse en casos de redes organizadas que operan para desestabilizar una organización o cometer algún soborno.
Por otro lado, también se puede castigar a aquél que logre acceder a cualquier plataforma ajena aunque no cometa daños. El simple hecho de hacerlo sin consentimiento ya se considera una invasión a la propiedad. En este caso, la multa puede resultar insignificante, sin embargo, la persona puede quedar registrada con antecedente penal.
Después de la última reforma, también se contempla la colaboración. Esto quiere decir que, si un Community Manager solicita la colaboración de un tercero para resolverle alguna cuestión relacionada con las plataformas para las que trabaja, sin permiso del titular o la empresa, también puede ser considerado delito, ya que está autorizando el acceso a un tercero sin permiso.
En cualquier caso, es vital tomar precauciones para evitar que esto nos suceda. Tener un control absoluto de quien entra y sale de tus plataformas y desde dónde, puede ayudarte a evitar sustos en el futuro.
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