¿Desconfían los usuarios de las compras por Internet?
Se habla mucho del auge de la venta online y del éxito de las tiendas virtuales, pero ¿están los usuarios totalmente convencidos de este método de compra? Aunque los datos reflejan que cada vez hay un mayor uso de Internet a la hora de comprar, algunos estudios indican lo contrario.
La consultora tecnológica Accenture acaba de realizar un informe en el que concluye que un 21 por ciento de los usuarios estadounidenses consultados tiene pensado incrementar sus compras en tiendas físicas. El dato es relevante sobre todo si se tiene en cuenta el país analizado donde en general la tecnología está más avanzada y el uso de Internet está más extendido. España, por ejemplo, es uno de los lugares donde menos compras online se realizan, aunque es cierto que el comercio electrónico experimentó un crecimiento notable en 2011. Algunos expertos esgrimen que entre las causas de esta escasa actividad en las compras online se encuentra el buen clima de la Península Ibérica, que convierte el hecho de ir de tiendas en una auténtica actividad de ocio y anti-estrés.
Según el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la SI (ONTSI), el 49,3% de los internautas españoles no ha realizado ninguna compra on-line en el año 2011. “La principal razón aportada por los navegantes para no comprar por Internet es la preferencia por poder ver lo que se compra (68,1%) junto con el miedo que suscita Internet en relación a los datos personales o bancarios (55,8%) y la desconfianza en cuanto a la seguridad del comercio electrónico (51,3%)”.
Estas cifras no son positivas para el sector, al menos en nuestro país, pero eso no quiere decir que la presencia en Internet de los negocios no aporte un beneficio, de hecho están surgiendo nuevas formas de contacto por parte de los internautas. Así, mucha gente usa la web de una empresa para reservar un producto y después acercarse a la tienda a comprarlo. También está poniéndose de moda una tendencia, el webrooming o efecto ROPO (Research Online Purchase Offline), es decir, informarse, mirar, analizar, comparar en Internet de los productos y a continuación acudir al comercio a adquirirlos.
Una de los principales miedos de los usuarios para recurrir a la compra online es el momento del pago y el temor a ser víctimas de algún tipo de hackeo de los datos bancarios al realizar la transacción. Por ello, es importante verificar siempre la seguridad del comercio virtual. Además, éste debe especificar claramente la política de devoluciones y el consumidor leerlas con detenimiento para evitar problemas posteriores.
Qué opinas, ¿está justificada la desconfianza por las compras en Internet?
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