La conexión a Internet de aparatos del hogar, coches, equipos médicos u otros dispositivos hace pensar en problemas de seguridad
La posibilidad de disponer de Internet en diversos aparatos del hogar, lo que se conoce como Internet de las cosas, está planteando muchas dudas a pesar de que aún no se ha extendido de forma mayoritaria. Sin embargo, ya empiezan a escucharse voces que hablan de los posibles fallos de seguridad que presentan estos sistemas informáticos.
Una Smart TV, el navegador del coche, la nevera inteligente que te dice los alimentos que necesitas comprar, relojes que te recuerdan citas, gafas que te indican la proximidad de un amigo o dónde encontrar el libro que buscas…
Estas opciones forman parte ya de las nuevas tecnologías. Su uso busca la comodidad del usuario y la posibilidad de casi sin moverse realizar acciones que hasta ahora estamos acostumbrados a realizar manualmente. Sin embargo, ¿es seguro rodearse de estos aparatos? ¿Podemos volvernos más vulnerables?
Algunos expertos aseguran que estos dispositivos favorecen la actuación de los cibercriminales. Al haber más accesos a la Red hay más posibilidades de delinquir porque los delincuentes tienen más puertas para llegar a los datos que buscan, es decir, la seguridad del usuario corre un riesgo mayor.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es que mientras en los dispositivos más habituales como los móviles u ordenadores nos preocupamos de incluir sistemas de seguridad o antivirus, en otros aparatos inteligentes como televisiones, frigoríficos o incluso equipos médicos, esta cuestión se deja de lado. El usuario no se imagina que pueda ser víctima de un ataque de phishing a través de la televisión de su casa. Y este es un error porque el criminal busca cualquier recoveco para obtener la información deseada, generalmente datos bancarios, contraseñas, intromisión en cuentas de correo, etc.
Desde Estados Unidos ya se están planteando crear una regulación específica para este tipo de tecnología y al menos han logrado actuaciones en lo que se refiere a los aparatos médicos. La FDA (Food and Drug Administration), que es como la Agencia del Medicamento en España, ha conseguido que los fabricantes de esta tecnología adopten medidas de seguridad, pues se han detectado fallos en algunas de las máquinas especialmente en lo referente a su configuración interna.
Este es un primer paso, sin duda, pero mientras se adoptan las medidas de seguridad necesarias, ya por parte de los fabricantes, ya por parte de los gobiernos, a los ciudadanos se les recomienda mucha precaución. Si se dispone de varios dispositivos conectados en el hogar hay que ser precavidos con los datos que se comparten, las contraseñas y con los vínculos sospechosos que pueden llegar a través del correo electrónico o SMS o apps del móvil. De esta manera, se lo ponemos más difícil a los ciberdelincuentes.
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