Conoce más de los delitos informáticos y cómo protegerte
A la hora de referirse a estos delitos la Memoria de la Fiscalía del año 2015 emplea la terminología “Tecnologías de la Información y Comunicación” (TICs). La incidencia de estos delitos aumenta cada año, tanto cualitativa como cuantitativamente.
Lo primero porque el desarrollo tecnológico genera la posibilidad de cometer los mismos delitos de siempre de otras formas, a veces más difíciles de perseguir. En cuanto al incremento cuantitativo, todos empleamos cada vez más las nuevas tecnologías, lo que conlleva un aumento de su utilización para infringir la ley.
Podríamos destacar a grandes rasgos, dentro de los delitos relacionados con la informática, dos clases de conductas:
- En el primer grupo englobaríamos los delitos que se cometen utilizando dispositivos electrónicos pero cuya finalidad no es apoderarse de datos informáticos (una estafa a través de internet, por ejemplo).
- Dentro del segundo grupo se encontrarían aquellas conductas que tienden directamente a apoderarse, sustraer, tergiversar, alterar, manipular, etc…, datos o documentos electrónicos ajenos.
Dentro de los 20.534 procedimientos del año 2014 destacan sobremanera los relativos a
- las estafas, que casi alcanzan el 85 % de los mismos (17.328). Otras conductas son, por ejemplo:
- descubrimiento y revelación de secretos (561),
- acoso a menores de 13 años (60),
- pornografía de menores y discapacitados (581),
- contra la propiedad intelectual (58),
- falsificación documental (156),
- amenazas y coacciones (527) o
- denuncias por suplantación de identidad (117).
Otra circunstancia que puede afectar a la veracidad de los datos estadísticos está relacionada con el ámbito de comisión de estos delitos, no sólo porque afecten a víctimas de distintas regiones de España, sino porque en muchos casos tienen alcance internacional. La complejidad de coordinarse con las policías y los juzgados de otros países constituye un obstáculo para depurar las estadísticas de las que dispone la Fiscalía. Este problema, sin embargo, trata de solucionarse con la cooperación y el intercambio de información con organismos internacionales como Europol, Eurojust o el National Center for Prevention of Missing and Explotation Children.
Tres de las estafas que producen efectos perjudiciales en un ámbito geográfico amplio son:
- El phising: consiste en realizar transferencias bancarias no consentidas de un particular a otra persona, que actúa como mula a cambio de una comisión. Para completar el fraude esta última debe, a su vez, transferir el dinero recibido a la cuenta que se le indique por parte de su enlace en la trama criminal. Esta forma comisiva ha disminuido últimamente, quizá -señala la Memoria- porque las posibles mulas ya no pueden ampararse en que desconocían que lo que hacían estaba prohibido.
- El carding: uso irregular de tarjetas de crédito o de tarjetas virtuales.
- Acceso no consentido a servicios telefónicos de tarificación adicional.
Importante leer los consejos para denunciar delitos o faltas y qué hacer tras ser estafado por Internet
Reformas legales y Estrategia de Ciberseguridad
Destaca la Fiscalía el papel que en la lucha contra las nuevas formas delictivas va a desempeñar el Código Penal tras la reforma operada por la Ley Orgánica 1/2015. Ahora va a ser más activa la persecución de determinados delitos en cuya comisión se emplean las nuevas tecnologías: descubrimiento y revelación de secretos, pornografía infantil, contra la propiedad intelectual y daños informáticos.
Tampoco debe descuidarse una conducta que durante los últimos meses y años ha ido ganando en visibilidad. Se trata de los delitos de odio y de las amenazas vertidas a través de las redes sociales, comportamientos totalmente inaceptables desde la perspectiva penal.
Como muy bien señala la Memoria, la lucha contra estos delitos no puede limitarse a la tipificación de nuevas conductas en el Código Penal o a la modificación de otras preexistentes. A los investigadores de estos delitos se les ha de dotar de los medios técnicos necesarios para hacer frente a esta clase de criminalidad. En este sentido es valorado positivamente por la Fiscalía el anuncio de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, a la vez que solicita una nueva regulación del agente encubierto.
En el marco de lo señalado hasta ahora, la Estrategia de Ciberseguridad Nacional del año 2013 tiene como principal finalidad garantizar los derechos de los ciudadanos en su acceso a internet y en el uso de las nuevas tecnologías. También en este ámbito el Ministerio Fiscal tiene que velar por el cumplimiento de las leyes y el ejercicio de los derechos constitucionalmente reconocidos.
Evolución estadística
Se observa un aumento considerable de los procedimientos judiciales de los que ha tenido conocimiento la Fiscalía desde que se creó en su seno la sección especializada en criminalidad informática:
- 6.532 en 2011,
- 11.990 en 2013 y
- 20.534 en 2014.
Sin embargo, no puede decirse que sean cifras absolutamente fidedignas. Ello se debe a la dificultad de conocer todos los procedimientos judiciales o diligencias de investigación relacionadas con delitos en cuya comisión de hayan utilizado las TICs, pues pueden emplearse en delitos muy variados y diferentes entre sí.
El trabajo de las diversas Fiscalías
A este aspecto dedica la Memoria la mayor parte de las páginas relativas a los delitos relacionados con el uso de las TICs. Desde las distintas Fiscalías se han ido proponiendo y consolidando criterios de prevención, investigación y persecución de estas conductas delictivas. A partir de la creación de Fiscales especializados en los delitos informáticos se detecta que estos delitos se combaten más y mejor. El modo de proceder y organizarse no es el mismo en todas las Fiscalías, pero poco a poco en todas ellas se detecta un interés creciente por destinar medios y personal a la persecución de estos delitos.
No se pueden desdeñar, por otra parte, los esfuerzos del Ministerio Fiscal por profundizar en la concienciación de los menores y adolescentes, grupos especialmente vulnerables ante los delitos que estamos analizando. Su falta de madurez, unida al uso creciente e incesante que dan a las nuevas tecnologías, les deja expuestos a los ardides de los delincuentes.
Retos de cara al futuro
La afirmación, común entre los profesionales del derecho, de que las leyes siempre van por detrás de la realidad se hace aún más palpable cuando de tipificar y perseguir los delitos informáticos se trata. Todos los grupos y profesionales que, de un modo u otro, tengan relación con este tema tienen un reto frente a sí: ofrecer una respuesta eficaz a la criminalidad informática. Eso requiere estar continuamente actualizados y al tanto de los últimos avances tecnológicos, especialmente de aquellos cuyo uso comience a extenderse amplia y rápidamente entre la población.
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